
Este año ha sido intenso, duro y difícil, pero nos quedamos con lo bueno y con todo lo que hemos aprendido.
Con mis ojitos de gata he visto por la tienda todo tipo de situaciones y anécdotas, y cómo mis compañeros humanos las resolvían, muchas veces con frustración, pero siempre repitiendo las mismas palabras; calma, calma y paciencia.
Cuando nos adentramos en el mundo vintage y de la segunda mano lo hicimos convencidos de que era parte de nosotros y que lucharíamos contra viento y marea para sacarlo adelante y así ha sido.
Hemos aprendido lo importante que es apoyarse en momentos duros, si alguien del equipo cae, la otra persona lo levanta. Aprender a asumir los errores y a rodearnos de las personas correctas también ha sido un buen aprendizaje. Gracias a todas las personas que han trabajado con nosotros, nuestros amigos, familiares y vecinos que siempre nos han ayudado. Y por supuesto nuestros magníficos clientes. Escuchar sus historias y vivencias, reírnos con ellos y ver como se les ilumina la cara al entrar en nuestra tienda es lo que nos hace seguir adelante día a día.
Por todo esto hacemos balance y decimos sí, sí ha merecido la pena.
No sabemos cuanto tiempo seguiremos en nuestra querida Calle Pozo Blanco, pero lo que sí tenemos claro es que seguiremos con la misma fuerza que hasta ahora, superando retos y sobre todo disfrutando y compartiéndolo con todos vosotros.
Este blog es para vosotros, desde lo más profundo de mi corazoncito de michi: ¡GRACIAS!
Vuestra amiga,
La gata Breva.